Dentro del territorio conservado existe, sin embargo, una concesión cedida para una mina de carbonato de calcio a rajo abierto, cuyos propietarios son familiares en tercer grado de quienes decidieron proteger el predio. Esto ha generado un gran conflicto entre los grupos familiares, al punto que, con fecha 21 de julio de 2020, los familiares «mineros» demandaran por servidumbre minera a los «conservacionistas» (Juzgado de Letras San Felipe, Rol 3343-2020) debido a que la restricción de acceso les imposibilita la explotación de la cantera.

En primera instancia, el Juzgado cedió la servidumbre minera a la parte demandante, ante lo cual la familia demandada presentó recurso de apelación a la Corte de Apelaciones de Valparaíso, el 18 de mayo de 2022 (Rol 1386-2022). En la apelación, se presentaron antecedentes donde se demostraba que la solicitud de servidumbre de tránsito, respaldada en un camino ya existente, no estaba dentro del lote empleado por los demandantes para acceder a la mina, sino en uno aledaño que no pertenecía a los demandados. Se demostró, por un lado, que en el lote en cuestión no existe un camino ya trazado, y que tampoco sirve para dar acceso, pues ahí “se encuentra un tranque de regadío, y equipamiento de bombeo, y es un lote vecino de residencias habitadas”, y, por otro lado, que, para constituir un gravamen sobre un predio, se requeriría además del permiso de los dueños, el cual no fue otorgado en ningún caso por la familia demandada. Ante estos antecedentes, la Corte de Apelaciones de Valparaíso acoge el recurso de apelación, revocando la sentencia del Juzgado de Letras de San Felipe y rechazando la demanda de servidumbre minera, con costas.

Cabe destacar que la decisión de la Corte se alinea con el hecho de que la concesión minera para exploración y explotación no es compatible con el objetivo de preservación del Parque La Giganta, que abrió sus puertas al público en noviembre de 2023.