Formaciones vegetacionales nativas
Las formaciones vegetacionales nativas en la zona mediterránea se caracterizan por presentar alta biodiversidad y un elevado endemismo, estimado en 40% para las especies vegetales de la Zona Central.
Existe bastante documentación sobre la importancia de la vegetación nativa en la regulación del ciclo hidrológico y en la protección de las cuencas y quebradas de esta zona y de su contribución a la recarga de acuíferos en áreas precordilleranas y costeras. Se sabe, asimismo, que reducen la contaminación ambiental a través de la depositación seca, dado que las superficies foliares son capaces de actuar como filtradores biológicos limpiando el aire.
La grave afectación generada por las actividades humanas durante cientos de años, ha provocado que estos ecosistemas no tengan la capacidad de recuperarse por sí mismos, sobre todo en un contexto de sequía prolongada y cambio climático. Ello ha significado la muerte paulatina del follaje del bosque esclerófilo característico del área, evidenciado en una pérdida promedio de superficie de alrededor de un 47% respecto a su distribución potencial u original, siendo mayor aún la de bosques espinosos mediterráneos, que promedian una disminución del 60%.
El resguardo de los ecosistemas nativos al alero del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) es casi nulo, ya que la representatividad de estos no supera el 3%, muy lejos de los compromisos internacionales asumidos por de Chile ante la comunidad internacional (Metas Aichi).
Asimismo, se estima que el ecosistema de la zona mediterránea está relativamente más afectado por los cambios de uso de suelo en Sudamérica no amazónica, donde el 83% del total se ha transformado a otros usos de tierra. La alteración del paisaje original mediterráneo producto del reemplazo de parte importante de la cubierta vegetacional nativa, afectando sus funciones y servicios ecosistémicos, se completa con la gran ocurrencia de incendios forestales.
Como corolario, Valparaíso es la región más afectada por los conflictos de acceso al agua para consumo humano, donde 37 de las 38 comunas poseen al 31 de agosto de 2022, Decretos de Escasez Hídrica definidos por la Dirección General de Aguas, agravando los conflictos socioambientales.
Hay, por ende, una importancia estratégica para las acciones de conservación, protección y restauración de dichas formaciones y sus remanentes, amenazados de manera permanente por el avance de la frontera agrícola y el cambio de uso de suelo para uso urbano.
Principales regulaciones
Entre 1987 y 2020, se talaron en la región cerca de 12 mil hectáreas de bosques nativos para la habilitación de terrenos agrícolas mediante planes de manejo aprobados por CONAF. Pese a que la sustitución es desmentida por la autoridad, las cifras indican que existen brechas en la legislación ambiental y forestal que lo permiten. Aún más, la Ley N° 20.283 sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal de 2008 (Ley de BN) tiene problemas en su regulación e implementación. Puede decirse que, de una u otra forma, esta normativa y sus reglamentos no han cumplido con el objetivo que establece la propia ley.
Otro tema aparte son las formaciones xerofíticas (FX), que según la ley son formaciones constituidas por especies autóctonas, preferentemente arbustivas o suculentas, de zonas o de condiciones áridas o semiáridas ubicadas entre las regiones de Arica y Parinacota y la de O’Higgins y en las depresiones interiores de la Región del Maule, incluida la comuna de Quirihue (Región de Bío-Bío).
Las FX constituyen la máxima expresión de la vegetación natural adaptada a prolongados períodos de sequía y alta radiación solar. Se encuentran supuestamente protegidas en la ley de BN, pero a través de la autorización por CONAF de los Planes de Trabajo (PdT), se puede cortar, destruir o descepar (arranque de raíz), lo cual resulta incoherente con el objetivo de protección y recuperación forestal antes señalado, y tampoco considera la protección de los suelos, las aguas, y de la biodiversidad de estos ecosistemas.
Recién en agosto de 2022, CONAF instruyó a través de la Resolución N°721 lineamientos sobre evaluación técnica de los PdT de FX, procurando su protección, recuperación y mejoramiento, con el fin de asegurar su sustentabilidad.
Otra de las actividades que ha repercutido en la fragmentación y degradación severa de las formaciones vegetacionales nativas es el desarrollo exponencial de proyectos inmobiliarios en zonas cubiertas con bosque esclerófilo y/o formaciones xerofíticas, muchos de los cuales han sido aprobados y ejecutados amparados por instrumentos que han pasado por alto el Reglamento de Suelos, Aguas y Humedales (D.S. N° 82/2011 del MINAGRI) de la Ley N° 20.283, en función del cual se establecen importantes normas que restringen o, en su caso, prohíben actividades de intervención como la corta, destrucción, eliminación o descepado de especies vegetacionales nativas.
Académicos y comunidades alertan, asimismo, del agravamiento en la fragmentación de los ecosistemas vegetacionales a causa subdivisiones de predios para el establecimiento de parcelas de agrado a través de la Ley N°3.516, que dispone normas de subdivisión de predios rústicos y data del año 1980.
Académicos y comunidades alertan, asimismo, del agravamiento en la fragmentación de los ecosistemas vegetacionales a causa subdivisiones de predios para el establecimiento de parcelas de agrado a través de la Ley N°3.516, que dispone normas de subdivisión de predios rústicos y data del año 1980.
Este cuerpo legal carece de consideraciones ambientales y, a pesar de ser implementado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) del Ministerio de Agricultura, no conversa con la actual Ley de BN ni con otras normas relacionadas con el ordenamiento territorial. Dicha cartera instruyó al SAG en julio de 2022, suspender la tramitación de toda solicitud de certificación de proyectos de subdivisión de predios rústicos cuando se advierta un eventual cambio de destino de los lotes resultantes hacia aquellos no permitidos por la normativa. La autoridad tomó la decisión tras constatar la altísima proliferación de proyectos de loteos en áreas rurales, los cuales vulneran la normativa vigente al simular que su destino es agrícola cuando en realidad se transforma en habitacional.
Actualmente, en el país existe una enorme carencia de un marco regulatorio para la protección de las formaciones vegetacionales nativas, acorde con los tiempos e impactos antrópicos. No existe, finalmente, un Servicio Nacional Forestal (o CONAF Pública), una Ley de Restauración de Paisajes de Formaciones Vegetacionales Nativas y Xerofíticas, y menos una Ley de Prevención y Combate de Incendios Forestales.
Con este panorama, a nivel de políticas públicas y normativas es posible señalar que la desprotección y vulnerabilidad de dichas formaciones a los impactos antrópicos es un hecho real que se acelera con mucha fuerza en los territorios, incrementando así el riesgo respecto de los efectos del cambio climático en estas zonas.
Comunidades
Los grupos destinatarios y beneficiarios de comunidades afectadas por la destrucción y/o degradación de formaciones vegetacionales nativas se agrupan principalmente en tres núcleos relevantes.
Primero, las cooperativas y comités de agua potable rural (CAPR) y localidades rurales afectadas por la escasez hídrica, que totalizan 165 en la región y que abastecen a 212.984 personas. Los Comités administran las instalaciones y recursos involucrados en el abastecimiento de agua para consumo humano; están preocupados por el bienestar local, con una gran presencia de mujeres y personas de mayor edad.
Existen organizaciones ambientales de base preocupadas por la protección de bosques y formaciones vegetacionales nativas están en su mayoría en oposición a proyectos específicos de inversión privada. Cada una posee conocimientos parciales sobre las normativas y la política pública y en la actualidad son escasas las instancias de diálogo e interacción entre ellas.
Por último, existe el mundo rural compuesto por propietarios de predios con bosques nativos y formaciones vegetacionales nativas en general y comunidades campesinas agroecológicas. Este territorio se encuentra cada día más fragmentado y debilitado, provocando serios problemas de justicia ambiental y derechos humanos.
Publicaciones
Resumen Ejecutivo “Deficiencias regulatorias y brechas de implementación normativa asociadas al régimen jurídico de las formaciones vegetacionales nativas"
Mapa de
conflictos socioambientales: expresión de la participación en la problemática
ambiental de la Región de Valparaíso